El té pu-erh también conocido como té rojo recibe su nombre debido a su origen, situado en la región de Pu’er de Yunnan China.
Al contrario que otros tipos de tés que se consumen frescos tras su recolección, la fermentación de este puede durar entre 2 a 60 años en barricas de bambú, las hojas adquieren un color rojizo, así como la infusión.
El té rojo es ideal para combatir la retención de líquidos debido a su poder diurético. Además facilita la digestión, reduce el colesterol, reduce los niveles de azúcar en sangre, nos ayuda a concentrarnos, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y es beneficioso para combatir las infecciones urinarias.
Para preparar una buena taza de té rojo debemos calentar el agua a 90-95ºC y dejaremos infusionar durante 4-5 minutos. Obtendremos una infusión con un sabor terroso y ahumado.